Leyendas urbanas

Ya lo sé, no me echéis la bronca que llevo sin actualizar desde mayo pero... bueno, no tengo excusa.

Como estoy encerraita en casa todo el puto día, entre tema y tema tengo ratos de pensar. Y esta mañana (bien temprano) he estado meditando a cerca de las leyendas urbanas. Hay que ver lo cutres que son, y lo más divertido es ver como corren de boca en boca y la gente las cuenta totalmente convencida. El otro día dando clase a un niño (Borja), me contó la historia de la boa, muy mal contada por cierto.

Resulta que los amigos de unos amigos de sus padres, tienen una boa, y la boa es una serpiente muy feliz. Vive con sus dueños sin ataduras, es libre como un pájaro y campa a sus anchas por toda la casa. Pero desde hace un tiempo le pasa algo, no come casi, está meditabunda y les tiene algo preocupados; como está algo tristona, la dejan que se meta en la cama a dormir con ellos, porque así está más calentita, a ver si así se entona un poco el bichejo. Lo curioso es que para dormir se estira todo lo larga que es, con la cabecita en la almohada, entre sus dos dueños. Pero el timepo pasa y la boa sigue sin comer, así que deciden llevarla al veterinario. Después de varias preguntas el veterinario ya se huele el pastel y les pregunta:

- Y ¿Qué tal duerme Curvas ? (se llama Curvas la boa)

- Huy, muy bien. Como está malita la metemos en la cama a dormir y cae todo lo larga que es, bien estiradita, entre nosotros dos.

- Tate!!! Se está reservando, por eso no come nada... teneis que sacrificarla.
ESTA CABRONA OS ESTÁ MIDIENDO PARA COMEROS!!!!!

Puede parecer una bonita historia, si no fuera porque es la segunda vez que la oigo y en lugar de tener dos dueños jóvenes tenía por cuidadora a una abuelita viuda (mucho más siniestro el rollo)

Para no faltar a la verdad, tengo que decir que el nombre de Curvas se lo he puesto yo, me parece que le da más credibilidad al asunto; además una leyenda urbana que se precie tiene que tener algo nuevo cada vez que se cuenta, no? Así que si queréis podéis seguir haciendo rodar la historia añadiendo o quitando detalles que la hagan más personal.

Bueno, además de pensar, esta semana también he experimentado. Puedo decir que una de tantas historias que corren por internet no es una leyenda, es pura realidad. Seguro que habéis oido lo del supercalentamiento del agua o el agua asesina. El otro día en casa de mi abuela puse a calentar agua en el microondas, en un vaso. Llevaba un rato largo y como no hervía mi tia lo puso a máxima potencia. A los segundos, teniamos un geiser dentro del micro, una burbuja gigante salió del fondo del vaso con tanta fuerza que se abrió la puerta sola mientras seguía funcionando... Así que ojo Marina con los tés, es mejor tomar café.

Ahí lo dejo, y contarme alguna que hayáis oido hace poco...